El Acapulco de Orson Welles y el Tulum del Instagram
El cine vs las redes sociales. Marketing de destino. ¿Qué es lo que nos generan las películas y los actores que salen en ellas que nos gusta estar al lado de ellos? Y sobre todo en los lugares donde los famosos vacacionan.
Probablemente algunos no les importan estar al lado de los famosos, pero este hecho ha ayudado a que se desarrollen destinos turísticos de primer nivel mundial tal es el caso de Acapulco y más recientemente de Tulum.
Acapulco en los años 50s se transformó, Pasó de ser un pueblito de pescadores desolado a un destino mundial de descanso.
En 1947 llegó Orson Welles para filmar La dama de Sahangai, un clásico del cine negro que estaba protagonizado por la no menos mítica Rita Hayword. En esta cinta hay una buena colección de imágenes de la época. Un poco de Caleta y Caletilla, el Hotel Casa Blanca y hasta algunas tomas del barrio de la Candelaria.
Un año después llegó, Robert Florey para dirigir Tarzan y las Sirenas. Aunque no dejó una gran huella en la historia del séptimo arte, sí dejó para siempre la constancia de que en el puerto existía La Quebrada. El actor principal, Johnny Weissmüller se volvió loco por el puerto y en el puerto, en una de las ostentosas habitaciones del Hotel Flamingos.
Hasta Frank Sinatra menciona acapulco en una de sus canciones, tanto era su atracción a este destino que cuando tenía la entrada prohíba a México por el presidente Diaz Ordaz se arriesgó a celebrar en 1966 su cumpleaños 51.
El auge de famosos siguió hasta los años 70 para culminar con la inauguración en 1976 de la legendaria discoteca Baby O. dos años más tarde se fundó su competencia en Nueva York la discoteca studio 54 donde las modelos y actores frecuentaban ambos lugares.
Digamos que el auge de acapulco podría decirse que empezó a finales de los 40s hasta mediados de los 80s. donde la publicidad indirecta generada por la prensa de espectáculos estadunidense así como las varias películas le garantizada este glamour.
Un caso muy similar pero con menos impacto es el de Puerto Vallarta que en 1963 en Mismaloya, una playa de difícil acceso ubicada a poco más de 10 minutos al sur de la ciudad que en aquél entonces era tan solo un pueblito de pescadores se filmo “La noche de la iguana” puso en la mira del mundo entero a Puerto Vallarta, pues además de la película per se, su rodaje atrajo mucha atención de la prensa pues Elizabeth Taylor, una de las estrellas de Hollywood más famosas del momento, andaba de novia con Richard Burton y pasó bastante tiempo en Mismaloya y Puerto Vallarta. Poder tomar fotos de la pareja se convirtió en oro molido para los periodistas.
Parece que la combinación de crear destinos playeros para el jet set occidental es una combinación de cine con destinos en principio vírgenes con poca gente donde existe privacidad para los famosos y sobre todo una esencia de un lugar paradisiaco.
Es de preguntarse si los gobiernos mexicanos de la época planearon esto o mas bien fue fortuito. Por qué el auge y decadencia de estos destinos parece que dice lo contrario. O bien es algo natural que al crecimiento de turistas y de pobladores pierden su encanto ya que deja de tener esa privacidad y exclusividad necesaria para los famosos.
Estos booms de destinos de playas son acompañados de boom inmobiliario que sin la regulación adecuada solo ven por la utilidad inmediata y terminan saturando los destinos y alejando a los famosos.
Este es el caso de lo que se vivió en acapulco y playa del Carmen en quinta roo.
Que pasara ahora en Tulum, que no se hizo famoso por una seria de películas si no por las redes sociales y mas específico por Instagram. El boom de Tulum ya se venia viendo desde el momento que playa del Carmen fue inundado y acorralado por los carteles de la droga. En el 2016 en el BPM festival electrónico organizado en su mayoría por extranjeros hubo un atentado donde mataron a varios turistas y organizadores provocando la cancelación de ese festival que se mudo a Portugal. Pero muchos de los turistas en su mayoría europeos se refugiaron en Tulum y los festivales de música electrónica fueron más pequeños y exclusivos.
La pandemia y la nueva modalidad de trabajo hizo que Tulum fuera el lugar perfecto para los nómadas digitales que ahora su auge es mayor que la época de oro de Acapulco. Pero la pregunta es ¿cuánto durara?
Existen desarrollos en Tulum bajo la nueva modalidad de Branded home como es el caso de un fraccionamiento creado por mexicanos con alianza con el despacho de diseño de Pininfarina.
Las nuevas tendencias wellness y el respeto a la naturaleza puede que salven este destino caribeño pero siempre queda la tentación de la construcción de hoteles masivos sin regulación y con la mayor utilidad por metro cuadrado.
Acapulco duro 30 años en auge, playa del Carmen se podar decir que duro del 1998 al 2016 cuando máximo. ¿Qué pasará en Tulum, que playa seguirá? ¿Los seres humanos somo depredadores o solo disfrutamos de la playa? ¿Qué tanto influyo el marketing?